Pintura al fresco
Esta técnica muchas veces se utiliza en los murales y consiste en aplicar el pigmento directamente sobre un muro, todavía húmedo, revestido con una primera capa de yeso y una segunda capa de cal; así los pigmentos quedan mezclados con el yeso.
Pintura al temple
Esta técnica consiste en mezclar los pigmentos con alguna sustancia oleaginosa (yemas de huevo, aceite, cera), que son las que actúan como medio adhesivo. Es una técnica que se aplica por capas, lavados neutros y fríos sobre la base, uno sobre otro hasta lograr las tonalidades que se requieren y como resultado la superficie queda suave y fina. Su aplicación puede ser en muros, tablas, lienzos, planchas metálicas, entre otros soportes.
Esta pintura, compuesta por pigmento mezclado con resina sintética, se comenzó a utilizar alrededor de los años 20 por los pintores muralistas mexicanos, como Siqueiros, Orozco y Rivera, luego de que querían pintar muros exteriores de grandes dimensiones y que los exponían a distintas condiciones climáticas, experimentaron con técnicas como el óleo y el fresco, pero no les resultó práctico, pues necesitaban una pintura que secara rápidamente y que permaneciera estable ante los cambios climáticos.
Experimentaron entonces con las llamadas resinas sintéticas como medio aglutinante de los pigmentos, con las debidas adiciones se obtiene un medio soluble en agua, lo que permite diluir los pigmentos con más medio. La pintura acrílica se seca en cuanto se evapora el agua, además se adhiera en cualquier superficie.
Esta es una técnica que utiliza materiales como vidrio, cerámica, piedras, yuxtapuestos en forma homogénea y con colores de acuerdo a la composición, además, podemos distinguir varios tipos de mosaicos, que dependen de la forma de cortarlos y colocarlos.
En el mosaico tradicional, se unen los trozos por el revés con un pegamento sobre un papel especial, ejecutándose la composición en forma invertida, luego se lleva terminado al muro y se fija con una mezcla de cemento y arena. Los artistas mesopotámicos gustaban combinar piedras encarnadas o azules con nácar, conchas, huesos y betún; recortaban siluetas de personas o animales de nácar y los contornos los completaban con líneas grabadas o rellenas de pasta, estas siluetas eran pegadas con un betún y se las rodeaba de lapislázuli.
Esta es una membrana plana formada por vidrios transparentes o translúcidos, estructurados por una retícula de las varillas de metal como el plomo, que rodean cada trozo de lámina de vidrio. El proceso de creación plástica del vitral se desarrolla principalmente en la posibilidad y capacidad de pensar e imaginar cómo se reflejara la luz en el vidrio y traducirlo en una expresión gráfica exacta, con una valoración cromática y tonal simbólica, esto se logra en la práctica mediante sucesivos bosquejos.
La técnica tradicional del vidrio montado en plomo, contempla tres dibujos, uno definitivo a escala reducida y coloreado, otro a escala natural, dibujando el espesor del plomo y el tamaño exacto del vidrio, este se recorta para usarlo como base para cortar el vidrio y por último se hace un dibujo al natural, similar al anterior el cual se conservará como guía durante todo el trabajo.
El color es la característica primordial de esta técnica, la sensación de dinamismo en general es producido por los cambios que origina la luz al traspasar los vidrios, que están tallados especialmente para producir tonos múltiples y grandes destellos que van cambiando según las horas del día.
Josefina Gomez Batle, Florencia Cargnel, Michelle Camet, Federica Britos Garrido y Eugenia Skrt.
Josefina Gomez Batle, Florencia Cargnel, Michelle Camet, Federica Britos Garrido y Eugenia Skrt.
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